Cantaclaro romulo gallegos pdf
Ni el agua corre p'arriba ni el ahora vuelve al cuando. Esto ya era como si hubiese sucedido, porque en aquella copla estaba escrito el epitafio de su existencia ilusionada. Y esto fue todo lo que se dijeron durante aquella, jornada. Ni el perro sarnoso ni la inmunda yacija del chinchorro colgado bajo el techo en piernas, junto a las negras topias sin lumbre.
A la casa le faltaba la puerta y adentro estaba la oscuridad sola y muda. Y todo esto lo hizo despacio, callado, impasible Dentro de la casa estaba sola y muda la oscuridad de siempre Y esto que ahora lo rodeaba: una casa abandonada, cuatro cruces sembradas entre el monte Y se acabaron los amorcitos y los viajes sin rumbo Hay que hacer algo para que en esta tierra un Juan el veguero no tenga tres hijos y una mujer y se le mueran todos, de hambre y de fiebres y de brujos Hay que hacer algo, Florentino He debido comprender que es usted un caballero, Florentino.
Y porque el bruto es como el burro, que no sabe dar sino patadas. Mal viaje haremos entonces. Que es como decir camino viejo.
Y ahora que las menciono. Algunas de las que iba a cantarme anteanoche. Ni usted ni yo estamos para eso. Me encuentro en este caso y se me ocurre hacer esto. Lo que debes de hacer es estotro.
Te juro que ella se la merece. Siempre que usted se lo merezca, por supuesto. Porque yo me llamo Nicomedes y no Celestina Coronado. Ya me lo contaron todo. Pues donde las dan las toman. Ya a Eufrasia le di su enjabonado y ahora te lo doy a ti, porque en toda falta hay dos culpables y cada uno merece lo suyo. Dime vieja, como todos me dicen. Pero sigamos con mis preguntas.
Desde hoy en adelante yo voy a ser su padre". Ya saldremos de abajo otra vez. Ahora seremos dos para meterle el pecho al trabajo. Con ejecutarnos la hipoteca a su hora y punto ya tiene causa para obligarnos a vender. Todo menos venderle El Aposento. Vuelvo yo a decir. No se haga ilusiones.
Como quien dice, para abrir boca. Que es la vuelta que nos anda buscando para quedarse con lo nuestro. Al ras de los pastos ardidos vibraba un resplandor amarillento. No tarda en llover. Se estremecieron los pastos Bien dices. A menos que Si no es mi padre, sino un hombre que quiso hacerme el favor de darme su nombre Yo no las paso, hija. Aunque no sea muy agradable que digamos El mosquitero Y luego, apoyando los codos sobre la mesa y hundiendo las sienes entre las manos: No gana uno para sustos.
Permanecieron un rato en silencio. No es para menos. Otra pausa, sin tamborileo. Vamos a dormir, Dios me los bendiga y me los ampare. Porque en el llano la naturaleza todo lo hace a saltos. No te imaginas el placer que nos proporcionas a todos en esta casa. Florentino suelta una carcajada. Se sientan. Y todos alegres. Ahora caigo en que yo soy bien tonto. Que ya quiere irse otra vez. Un viaje Nos volvemos viejos Se nos pasa el tiempo Se condujo como si ella entendiese todo esto, sucedido.
Tengo miedo de perderme, porque no soy baquiano de este corredor. Como si ya hubiera regresado del primero que hizo. A lo menos en ciertos momentos y con ciertas personas. Ya vengo. Buen hijo, buen hermano, buen amigo. Ya quisiera yo llegarle a la suela de sus zapatos. Y no digo. Por el contrario, me ha interesado mucho todo lo que usted ha dicho.
Me ha parecido muy justo. Deme contra el suelo sin reparos. Ese ha sido su oficio. Aunque como dice mi vieja es de otro modo. Yo no lo vuelvo a hacer. Digo como los muchachos cuando los van a pelar.
A lo menos yo. Llegaron vestidos de gala y a la manera de sus tiempos, con la larga camisa de crea blanca que les llegaba a las corvas, de mil alforjas menuditas en las pecheras, espaldas y mangas y con botonaduras negras. A menos que los otros no beban. Denme mi parte completa desde ahora. Ya estaban "los blancos" en el sitio de honor. Salga alante don Dimas con lo que traiga en el buche. El de Buscarruidos viene arreando bonito. Y prosigue, sin hacer caso de la chirigota: Dije mal.
Tu boca sea la medida. Digo mal. Que es como si jueran tres perros distintos en un solo can verdadero. Vestido como una sota de baraja. Hay que devolverlo pa su casa. Deja quietas las flores y sigue adelante. Pero, bueno. Por la trocha del monte que cogimos llevabamos como si a la derecha el caramacatal y como si a la zurda el guateral susodicho, ambos floriaos y yo ya mariao con la jedentinita de los dos.
Pero no te preocupes: por mi parte estoy acostumbrada a esas palabritas Y sigo mi cuento, antes de que se me vaya el tigre. No fallo ni un tiro.
No me destocones el pasaje. Que en siendo gordo, manque sea grande. Cosas raras que pasan en la vida. Que son muy ocurrentes y muy sabrosas, por cierto. No se imagina usted lo que me gustan. Con decirle que no hay parranda ni joropo donde yo llegue y no me las haga cantar. Pero, volviendo a lo de los Bejaranos.
Pero yo tengo mi conciencia tranquila. Que si les parece poco lo que les he ofrecido no veo que haya motivo de queja, porque en materia de negocio todo se puede proponer y con no aceptarlo basta. Vaya si quiere a quejarse ante el superior, que manda y no ruega. Nada de extraordinario en la vida del campesino venezolano, de llanura y monte. Pero fueron ellos quienes esta vez le dirigieron preguntas: —Pa onde se llevaron a mi taita?
Fue un juego del comisario Cardona. Esta vez no va contra ellos el zarpazo del coronel Buitrago. Se me han quitado Ias ganas de seguir cazando. Vamos ya si quieres. Con uno basta y sobra. Verdaderamente me hace falta descansar un poco de esta vida, que ya se me va haciendo pesada.
Eso es verdad. Y luego, por si fuere poco, quedarme otra vez libre y escotero. Las verdades claras. Porque en la sabana por dondequiera se va a todas partes.
Camino que no lleva a ninguna. Ya estoy de regreso. Voy a echar una cantadita casa de Tereso Coromoto. Y ya volviendo la rienda a su caballo: —Hasta la vista, hermano. Que si no vuelvo Ya vuelvo. Vete tranquilo. Bueno es, de veras. No sea tan pichirre. De todos modos vamos para el hoyo. Echeme otro trago. Uno que no parece de por estos laos. Ni en la sala ni por todo eso. Y anda pa que nos eches la cantadita que me ofreciste anoche. Reinaba un silencio impresionante.
Un hombre con unos cochinos —le contestaron del camino—. Y la derrota y la fuga, -al favor de las sombras de la noche y las represalias del jefe de las fuerzas del Gobierno.
Y luego a su bestia: —Vamos, Quiebracacho. Vamos a romper el cerco que nos han puesto estos guates. Lo persiguieron. Ya habla sangre en su rastro. Ya estaba en plena aventura sangrienta, cambiando el menudo por la morocota. Ya Quiebracacho marchaba al paso, atravesaban una mata y anunciaba tempestad la calma de la noche fosca.
Una sombra le caminaba por delante. Por las trochas que atraviesan Ias matas, en las oscuras noches, una sombra va diciendo: —Cochi La mula maneada, paciendo el pasto negro de la noche, la bestia espantosa que es otra forma del Diablo. Grazna y tiende su vuelo sigiloso el guaitacamino guandalero.
Gruesos goterones que preceden el chubasco hieren el follaje de la mata. Arpa, cuatro y maracas. Y la concurrencia exclama: —Ten cuidado, Cantaclaro! En la puerta del Infierno los espero. Un balazo que le ha destrozado el hombro izquierdo.
Muchas gracias. Pero no creo que se puedan abrigar esperanzas: ha perdido mucha sangre y temo que se le haya infectado la herida. Un balazo que le ha destrozado el omoplato izquierdo, anoche, durante la retirada.
Bala explosiva, seguramente. Pero estamos en pleno desierto salvaje. La causa de todos nuestros males. Y Salcedo, sonriendo como- en Anima Sola. Como el Negro Primero en Carabobo.
No se desaflija: cambie su menudo por la morocota… Y la voz tartajosa vuelve a sumirse en el murmullo indescifrable. Pero Salcedo responde: —Ya no se necesita. Salcedo le cierra los ojos. Los diez de la montonera se -dispersaron, cada cual a la esclavitud de su trabajo, frustra da la aventura. Son dos fuerzas muy nuestras que es necesario desviar de este camino para siempre. Otra empresa es la que hay que acometer y quiero intentarla.
Gallegos romulo doc3b1a barbara By Andrea Ramos. La Voragine By Jorge Orjuela. Retrieved December 31, from Gallehos. Amazon Inspire Digital Educational Resources. Cantaclaro was a fictional account of the llaneros plainsmen. Amazon Second Chance Pass it on, trade it in, give it a second life.
Amazon Advertising Find, attract, cantaclarro engage customers. His novels combined realism with a deep-seated conviction that civilization would overcome barbarism, that goodness would prevail over evil. Explore the Home Gift Guide. English Choose a language for shopping. Amazon Restaurants Food delivery from local restaurants. Two other novels, both written in exile, also portrayed in beautiful language the reality of Venezuelan life.
AmazonGlobal Ship Orders Internationally. Be the first to review this item Would you like to tell us about a lower price? ComiXology Thousands of Digital Camtaclaro. Because each style has its own formatting nuances that evolve over time and not all information is available for every reference entry or article, Encyclopedia. Withoutabox Submit to Film Festivals. Gallegos was elected president in ; after his overthrow in Novemberhe spent time in Cuba and Mexico.
Cite this article Pick a style below, and copy the text for your bibliography. Amazon Renewed Refurbished products with a warranty. If you are a seller for this product, would you like to suggest updates through seller support?
Amazon Restaurants Food delivery from local restaurants. Learn more about Amazon Prime. Share your thoughts with other customers. Discover Tallegos Book Box for Kids. Two late novels, La brizna de paja en el viento and La tierra bajo los piesdealt with Cuban and Mexican themes, respectively. He was awarded many prizes for both his political activities in the past and his writing. ComiXology Thousands of Digital Comics. Alexa Actionable Analytics for the Web.
Amazon Second Chance Pass it on, trade it in, give it a second life. Among his literary accomplishments, in Gallegos founded a reformist magazine called La Alborada Dawn of Day se, which dealt with political as well as literary topics.
0コメント